martes, 16 de mayo de 2017

Richard La Cigüeña

Los productores de "¡Upsss! ¿Dónde está Noé!" vuelven con otra aventura en 3D protagonizada por animales en una entretenida cinta familiar que logra atrapar al espectador de principio a fin en la conmovedora y divertida historia de amistad que surge entre tres peculiares personajes envueltos en una road movie que les llevará en un viaje de autodescubrimiento del norte de Europa a la cálida África.


Huérfano de nacimiento y criado por cigüeñas, el gorrión Richard cree que es una de ellas. Pero llegado el invierno,cuando llega la hora de migrar a tierras más cálidas, su familia de cigüeñas debe revelarle su auténtica identidad y dejarle atrás en el bosque, pues no sobreviviría el largo viaje a África. Decidido a demostrar que es una cigüeña, Richard se aventura hacia el sur por su cuenta, acompañado de un búho excéntrico con un amigo imaginario y un periquito que aspira a ser un cantante famoso, iniciando una increíble aventura en la que deberán superar numerosos obstáculos gracias a la fuerza de la amistad.


Toby Genkel y Reza Memari dirigen esta película, basada en un guión original del segundo, que en el fondo cuenta lo mismo que "¡Upsss! ¿Dónde está Noé?" - unos jóvenes animales separados de sus padres deben reencontrarlos por su cuenta y por el camino coinciden con otras criaturas tan solas como ellas y aprenderán el valor de la amistad - pero que logra mejores resultados que aquélla gracias a su sencillez y buen humor. En efecto, el acierto de la presente película está en que se desarrolla sin mayores pretensiones más allá de lo que quiere contar y para ello utiliza muchos menos personajes, con lo que puede ahondar mucho mejor en la historia y personalidad de cada uno de ellos, y por otra parte logra introducir muchas situaciones cómicas - en las que sin duda el periquito Kiki se alza como el rey del espectáculo - que favorecen el ritmo de la película e intensifican la empatía generada por sus protagonistas. Además la historia progresa a buen ritmo gracias a las secuencias de acción y retos en los que se ven envueltos los personajes, que son numerosos y variados - tales como unos murciélagos mortíferos, la adicción a las redes sociales, cuervos mafiosos, un Boeing 747 atronador, o un peligroso tejón - en lugar de girar alrededor de un determinado villano o enemigo principal, si bien sirven todas ellas para poner de manifiesto que el verdadero enemigo es el aislamiento, la desconfianza y los prejuicios, al tiempo que demuestran que el mejor apoyo es la amistad, que no distingue entre quienes se sienten diferentes. Algo que además se consigue transmitir con la propia imagen y la actuación de los personajes, sin necesidad de repetir machacones eslóganes.
La iluminación y, en geneal, el acabado de las escenas se erigen como uno de los principales puntos débiles de la película, al no mostrar una buena integración con los fondos, sobre los que los personajes aparecen planos, e iluminados bajo unos criterios que no coinciden en absoluto con la iluminación de la escena; en este aspecto, la película aparece con unos logros muy inferiores a aquellos a los que nos tienen acostumbrados los grandes estudios.
Sin embargo, la animación se desarrolla de forma razonablemente correcta, contribuyendo incluso a crear verdaderos gags visuales como el alelamiento de los pájaros enganchados a las redes o el torpe aleteo del periquito Kiki, una ave que tiene miedo de volar.


Lo mejor: la genial referencia a la alienación colectiva que suponen las nuevas tecnologías, y concretamente el uso abusivo de los smartphones y las redes sociales, mediante la caricaturización de un grupo de palomas realmente enganchadas a la red.
En contra: una iluminación poco ambiciosa afea el conjunto visual de la película.

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