lunes, 6 de octubre de 2014

Ya hemos visto "Los Boxtrolls"

Al fin, aunque su estreno en España va a tener lugar a finales de octubre, hemos podido ver anticipadamente "Los Boxtrolls" en el Festival de Cine Fantástico de Cataluña. "Los Boxtrolls" se ofrecerá, como lamentablemente viene siendo habitual, en visionado 3D o plano, y digo lamentablemente porque opino que el sistema de visionado 3D aún no está suficientemente avanzado para disfrutar adecuadamente de todo lo que nos ofrece la película: las gafas 3D oscurecen los colores de tal forma que la belleza de los decorados no se ve en todo su esplendor, y aparte, el 3D no siempre es un recurso justificado. En todo caso, esto sería tema de discusión aparte y hoy vamos a hablar de la última película de Laika.
"Los Boxtrolls" es una adaptación al cine de animación stop-motion del cuento "Here Be Monsters" de Alan Snow. La película se emplaza en una ciudad post-victoriana, Puentequeso, en la que viven clases sociales bien diferenciadas, siendo la más privilegiada de ellas la de los sombreros blancos; y en el subsuelo de la ciudad viven los Boxtrolls, una especie de los trolls tímida y asustadiza que se viste con cajas de cartón y que por la noche suben a la ciudad para hacerse con todos los cachivaches de los que puedan apropiarse. Aparentemente es en una de esas salidas nocturnas que los Boxtrolls se llevan a un bebé humano a sus cavernas, lo que es motivo para que aumente el miedo y el desprecio que los humanos sienten hacia los Boxtrolls, y esos sentimientos serán aprovechados por una panda de sombreros rojos, de las clases sociales más bajas, para iniciar su cacería. El líder de ese grupo de sombreros rojos es Archibald Snatcher, que vive obsesionado con lograr un sombrero blanco y compartir los privilegios del grupo que los lleva, entre los cuales el acceso a los preciados quesos que comen con afán, y ve la extinción de los Boxtrolls como la oportunidad para lograr ese sombrero. Entretanto, el niño Eggs habrá crecido entre los Boxtrolls y vive felizmente con ellos, hasta el día en que su padre adoptivo Fish cae en las garras de los sombreros rojos. Será entonces cuando tenga que armarse de valor y subir a la superficie y pedir ayuda a los humanos, concretamente a la joven Winnie, hija del principal representante de los sombreros blancos, Lord Camembert. Los dos jóvenes sólo podrán triunfar cuando consigan operar el cambio en las anquilosadas mentes de los grupos en los que viven, venciendo el miedo que subyuga a los Boxtrolls y combatiendo los prejuicios que los humanos en general, y especialmente los sombreros blancos, tienen sobre los Boxtrolls.
"Los Boxtrolls" representa un cambio de registro del estudio Laika respecto de sus dos películas anteriores, "Coraline" y "Paranorman", que eran películas con cierto aire terrorífico que las hacia difíciles para el público infantil (aún recuerdo cómo lloraba una niña en el visionado de "Coraline" rogando a su madre que la sacara de la sala), y que además ofrecían segundas lecturas más adultas y personajes con un fondo psicológico importante: recordemos la frustración que sentía Coraline por no gozar de la atención de sus padres y sus dudas razonables sobre si sería más feliz con su otra "madre" o la incomprensión hacia sus facultades que soportaba Paranorman y el dolor que sufría la bruja responsable del despertar de los zombies y que sólo Paranorman es capaz de comprender. Era un registro que hizo que ambas películas resultaran bastante atractivas para un público más adulto. En cambio, el registro de "Los Boxtrolls" apunta hacia el público más joven, y en ese sentido es un cuento sencillo al que se le puede echar en falta cierto fondo y poco bagaje en la construcción de los personajes, pudiendo resultar más aburrido para el público adulto.
En lo que Laika se supera es en el trabajo artístico y de animación, con sus escenarios saturados de ricos detalles y descritos en su máxima expresión y que visualmente resultan impresionantes, y personajes animados con mucha expresividad: Laika llegó a elaborar hasta 1.400.000 expresiones sólo para la cara del protagonista principal, Eggs, mediante la impresión 3D.
Sin duda es muy recomendable para todo aquel que sepa disfrutar de la animación artesanal, a quienes aconsejo que no se pierdan los créditos finales, en que tras un tramo compuesto por bellas escenas animadas en 2D, se pasa a otra secuencia en que dos de los personajes más divagadores de los sombreros rojos se preguntan si sobre su universo hay alguien que les hace actúar y moverse, momento en el que vemos cómo uno de los animadores está trabajando la animación de los personajes manualmente fotograma a fotograma (con mucha ironía nuestros avispados personajes aseguran que si así fuera, seguramente sería gente que debería dedicarle mucho tiempo y que sin duda tienen otros trabajos porque no podrían vivir de ello).




 

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